Cómo atrapar al lector
Atrapar al lector en las primeras páginas de tu historia es el objetivo número uno que tienes como escritor. No importa lo genial que sea tu novela. Si no consigues retener su atención, introducirlo en la historia y conseguir que se quede en ella, cerrará el libro y habrás perdido la oportunidad de mostrarle que tu novela merecía la pena.
¿Quieres saber cómo seducir a tu lector? En la entrada de hoy te doy unas cuentas pautas.
Céntralo
El cerebro humano es una máquina maravillosa, pero para captar su atención debes conseguir que se centre en una cierta información muy específica.
Como lector, te habrás dado cuenta de que es tu cerebro el que decide si lo que está leyendo merece la pena. El problema es que hoy en día existe tal abundancia de novelas, que el cerebro no gastará tiempo ni energía en leer algo que no merece la pena, de modo que sentenciará con rapidez y sin piedad si aquello que le has propuesto compensa el tiempo y esfuerzo empleado en su lectura. Pues, bien, lo mismo le ocurre a tus lectores. Su cerebro funciona de la misma forma que el tuyo.
De hecho, y aunque suene extraño, el cerebro del lector es un censor exigente cuya reprobación debe superar, sí o sí, tu novela. Recuerda:
Hay tanto donde elegir, que la competición es dura.
Y puesto que la mente del lector es muy selectiva, el escritor ha de encontrar la forma de convencer a esa mente de que su historia no es una más entre tantas, sino una especial cuya atención merece porque le va a ofrecer algo diferente, y ese convencimiento, además, ha de lograrlo en las primeras páginas. Así que dale a tu lector una buena razón para seguir leyendo.
El problema es que existen muchos obstáculos que se interponen entre tu intención y la atención del lector.
Obstáculos que debes superar
La proliferación de novelas es tal en la actualidad que el lector tiene demasiado entre lo que elegir. Y tu historia es sólo una más entre muchísimas. De modo que debes esmerarte por llamar su atención antes incluso de que se decida a abrir tu libro y echarle un vistazo a las primeras páginas.
Si consigues superar ese obstáculo, el segundo a tener en cuenta es que la paciencia no es hoy en día una virtud que se estile, lo cual da lugar a que las oportunidades de que tu novela logre atrapar al lector se reduzcan notablemente. El lector busca una gratificación inmediata y si no consigues ofrecérsela en las primeras páginas, en los primeros párrafos, incluso, lo habrás perdido indefectiblemente.
El lector busca una gratificación inmediata. Ofrécesela ya en los primeros párrafos.
Ahora bien, ¿cómo puede superar el escritor estos obstáculos?
Algunos consejos que pueden serte de ayuda
El título
No subestimes la importancia del título. Será lo primero que lea el lector y, por tanto, su primera aproximación a tu novela. El título es, pues, el que suscitará la primera impresión en tu lector y, por supuesto, queremos que sea buena y lo invite a querer leer más.
El primer párrafo
Si el efecto título ha logrado cumplir con su deber, ya tienes al lector abriendo la novela y echándole un vistazo al primer párrafo. Ese primer párrafo es el segundo obstáculo que se interpone entre tu novela y el lector. Para asegurarte de que ese primer párrafo cumple con su deber, al terminar de leerlo, el lector debería conocer algunos detalles (muy específicos y bien elegidos) sobre:
1. El lugar y el momento en el que se desarrolla la historia.
2. El protagonista. A menos que haya una buena razón para retrasar esta información.
3. Una idea sobre lo que va a tratar el libro o un hecho que está a punto de ocurrir.
En cualquier caso, a la hora de escribir ese primer párrafo no sólo debes dar respuesta a esos puntos, también hay una serie de cosas que debe evitar a toda costa.
Qué no hacer
En cualquier caso, evita:
1. Comenzar la historia con un hecho que ocurrió en el pasado. Es decir, no utilices un flashback en estos primeros compases de la novela.
2. Ofrecer información sobre el pasado del personaje. Ahora no es el momento. Tienes muchas páginas por delante para hacerlo.
3. Recuerda que sólo tienes unos cuantos segundos para atrapar la atención del lector, de modo que no los desaproveches. No lo introduzcas en un primer párrafo descriptivo que no excite su curiosidad, ni lo confundas en un diálogo con más de dos personajes o, peor aún, anodino. Evita frases largas, cargadas de subordinadas, así como un lenguaje rebuscado. Sé sencillo y escribe de forma fluida.
4. Tampoco es buena idea utilizar información superflua que en este momento está de más. Cíñete a lo que verdaderamente es indispensable y ahórrale al lector todo aquello que puedas contarle más adelante. Identifica la información necesaria que has de proporcionar en ese primer párrafo y luego elige la forma más interesante de ofrecérsela al lector.
¿Y después…, qué?
Una vez que has conseguido mantener la atención de tu lector en este primer párrafo, tendrás más posibilidades de que continúe leyendo. Pero no te la juegues aquí. Todavía no has conseguido tu objetivo. Después de ese pequeño éxito, debes dar otro golpe de mano y lograr que el lector continúe con el libro abierto y leyendo con interés lo que sigue a ese primer párrafo.
De modo que asegúrate de que el segundo párrafo continúa tirando del sedal al que está atado el anzuelo. Y después, cerciórate de que lo hace también el tercero, y el cuarto… Y de que, capítulo a capítulo, vas incrementando la tensión y el suspense.
Ya hablamos hace tiempo de las primeras páginas de tu novela. En una próxima entrada, trataremos específicamente las 5 primeras. ¡No te la pierdas!
Mientras tanto…, ¿me ayudas a compartir en las Redes Sociales? Gracias 🙂
Fotografía: Rodio Kutsaev, Unsplash.
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Genial artículo, cuando empiece a subir el análisis de una novela de novato al blog probablemente te enlace porque resumes muy bien la importancia de las primeras palabras de un libro.
Gracias Guille 🙂
Creo que hay ciertos errores que todos cometemos cuando empezamos a escribir. Al final abres los ojos y te percatas de ellos, pero si te lo cuentan antes, tiempo que ahorras 🙂
Volveré con más entradas sobre las primeras páginas y capítulos 🙂
Un saludo y gracias por la visita y el comentario.
Hola, Ana. Después de leer tu artículo, me ha quedado la sensación de que, si queremos vender nuestros libros, debemos considerar a los lectores como simples consumidores compulsivos, no muy diferentes de los que se van a comprar un coche o eligen un plato en un restaurante. Y me ha chocado porque hasta ahora, nunca he comprado un libro fijándome en el título ni en el primer párrafo. No dudo que yo pueda ser un lector “raro” pero para elegir un libro siempre me he basado en recomendaciones de personas en cuyo criterio confiaba. De hecho, no recuerdo ni una sola vez que no supiera qué libro iba a comprar antes de entrar en una librería (física u online). Por eso, me resulta extraño que alguien a quien le guste leer y a quien se le supone una mínima capacidad de reflexión se deje llevar por el impulso momentáneo de compra a la vista del título del libro o hasta de sus primeras líneas (no digamos de la portada).
E insisto, seguramente, tengas razón y el que quiera vender hoy en día sus libros en lo primero que deba pensar es en ese lector/consumidor impulsivo y un poco superficial. Está claro que el mundo está cambiando y, o te adaptas o te arrastra.
Muchas gracias por tu blog, Ana, que vengo siguiendo sin hacer ruido -no como hago ahora, ¿verdad?- desde sus comienzos.
Me encanta que hagas ruido, Javier. No sabes lo triste que es publicar un artículo… a la nada 😉
En cuanto a tu comentario, como lectora devoradora-de-libros tengo que estar de acuerdo contigo. También yo elijo los libros por recomendaciones o por la sinopsis de la contraportada. Es como una especie de sensación extraña: siento que “el libro me llama”. Ahora bien, la realidad de hoy en día es muy diferente a la de hace algún tiempo. Hoy, el mundo se mueve a una velocidad tan rápida que nos hemos vuelto una especie estresada.
Lo cierto es que, con el mundo hipervisual en el que viven las nuevas generaciones, nada de lo antiguo parece valer. No creo que haya muchos lectores jóvenes capaces de “soportar” 50 páginas galdosianas antes de que don Benito entre en materia, ¿y qué decir de las interminables descripciones de Dickens? Bien es cierto que estos clásicos se siguen vendiendo, pero supongo que es gente como tú y como yo quienes los compran, o padres que han sabido educar el gusto lector de sus hijos.
Para bien o para mal, el mundo editorial se mueve de la misma forma y a la misma velocidad vertiginosa: los editores te dan 3 párrafos para convencerles de que tu relato merece un poco más de su atención; 3 páginas si es una novela. Ello supone que, si el escritor quiere vender, tiene que adaptarse a este modo de escribir. Si no, puede seguir haciéndolo, por supuesto, pero probablemente venderá poco. Sin embargo, ello no implica que la novela sea mala. ¿Por qué no se puede escribir un inicio de novela con las características que te exige el mundo actual, pero que sea de una calidad extraordinaria? Si el escritor es serio, puede adaptarse y hacer bien su trabajo. Lo uno, no quita lo otro, creo 🙂
Termino como empecé, Javier: haz más ruido, por favor. No sabes lo bien que sientan estos comentarios, saber que se te lee y poder charlar un rato con gente interesante como tú 🙂
Saludos y ¡vuelve! 😉
Gracias por semejantes consejos, necesitaba una manera de poder enganchar a mis lectores aunque estoy comenzando
Gracias a ti por tu visita y tu comentario, y ánimo en esos textos. A enganchar al lector 🙂
Hola soy nuevo, me llamo wreiner Gomez, desde hace unos meses estoy interesado en dedicarme a escribir, tengo 29 a*os de edad , quiero empesar con una historia de ficcion pero que no se aleje mucho de la realidad como soy nuevo he optado por investigar lo mas minimo, por ejemplo: si quiero colocar en el libro un arbol de mango mepongo a estudiarla historia de ese fruto mas del arbol tambien, no se si este en lo correcto espero que leas esto y puedas darme un consejo mi correo es (COMENTARIO EDITADO)* estoy en venezuela las cosas son dificiles aca no tengo telegfono por lo costoso que estan por eso no puedo estar al dia con redes sociales y seguir escritores y esas cosas, pero si me das un consejo al correo sera la unica manera de poder recibir el mismo, incluso estoy en la computadora de dodne trabajo el cual tiene bloquedo las redes sociales, muchas gracias por el contenido de este articulo me sirve de ayuda.
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Hola Wreiner, me he permitido editar tu comentario en (EDITO TU COMENTARIO)* para borrar tu correo electrónico. No sé si es buena idea que lo hagas público. Si quieres, puedes ponerte en contacto conmigo a través del e-mail en la pestaña de ahí arriba, donde pone “Contacto”.
En cuanto a tu comentario, realizar un buen trabajo de investigación para la historia que estamos escribiendo es siempre necesario, pero mi consejo es que no te detengas demasiado en él o nunca acabarás la novela. Saber algunos datos importantes sobre el mango si es necesario para la historia, bien; pero ponersse a estudiar la historia del fruto en profundidad… Hummmm, no sé. Creo que es mejor utilizar ese tiempo para escribir.
Un saludo y mucho ánimo. Ojalá pronto podáis vivir con libertad en Venezuela. Un abrazo fortísimo desde España.